El Dr. Gabriel Lázaro Munoz es Assistant Professor of Psychiatry en la Universidad de Harvard, y Miembro del Centro de Bioética de esa misma casa de estudios. Junto con Peter Zuk, estará presentando su trabajo de investigación en una conferencia organizada por Neuroética Buenos Aires.
¿Qué piensa sobre el desarrollo de la neuroética y el interés que genera? A continuación, les dejamos sus comentarios
a- ¿Genera la neuroética interés entre los profesionales de la medicina, la psicología, la neurociencia, el derecho o la filosofía?
Entiendo que sí. La neuroética es una disciplina relativamente nueva que surge en respuesta a muchos adelantos en la neurociencia durante la década del 90 y principios del 2000. Sin embargo, la neuroética combina métodos de análisis e investigación de campos con mucho mayor trayectoria como la filosofía, el derecho y las ciencias sociales para examinar preguntas sobre las implicaciones de: nuevos conocimientos sobre el cerebro, nuevas herramientas para estudiar el cerebro y modular actividad cerebral, y un mayor entendimiento sobre cómo muchos aspectos de la conducta humana y enfermedades tienen su origen en el cerebro. Debido a que el cerebro tiene un papel tan importante en determinar muchos aspectos sobre la conducta del ser humano, la neuroética tiene mucha relevancia para los profesionales de la medicina, psicología, neurociencia, el derecho y la filosofía. En la medida que las personas involucradas en estas disciplinas ven cómo la neuroética aporta o integra métodos de estudio que tienen su origen en estas disciplinas, hemos visto más y más interés en la neuroética. Mis investigaciones integran personas con trasfondos académicos y profesionales muy diversos como la filosofía, el derecho, neurociencia, neurocirugía, neurología, psicología, psiquiatría, genética, antropología y sociología.
b. ¿Existen programas de investigación en neuroética en las instituciones estadounidenses dedicadas a la investigación neurocientífica?
En los últimos 5 años hemos visto un crecimiento en los programas de investigación dedicados a la neuroética en instituciones estadounidenses. Este crecimiento en gran medida se debe a que más personas han visto la importancia de examinar las implicaciones éticas y sociales de desarrollos científicos sobre el cerebro, pero también a que organizaciones gubernamentales como el BRAIN Initiative, los National Institutes of Health, y la National Science Foundation en Estados Unidos han comenzado a dar fondos de investigación para neuro
ética. Estos fondos han permitido crear equipos de investigación interdisciplinarios para examinar problemas neuroéticos combinando distintas perspectivas y la oportunidad de obtener datos sobre las perspectivas de los investigadores y personas que participan en estudios examinando nuevas neurotecnologías, entre otros.
c. Según su experiencia, ¿hay interés y/o preocupación en el público en general respecto de los temas de los que se ocupa la neuroética?
Entiendo que sí, hay ambas cosas, interés y preocupación, pero depende de cuánto el público conoce de los desarrollos en la neurociencia. Una de las cosas que más ha llamado la atención del público recientemente es el desarrollo de neurotecnologías que se pueden implantar en el cerebro y sus capacidades. Algunas compañías como Neuralink, de Elon Musk, no sólo están desarrollando productos con el propósito de tratar condiciones neurológicas o psiquiátricas, pero también con el interés de usar estas neurotecnologías para facilitar tareas diaria
s como escribir en nuestros smartphones o computadoras utilizando actividad cerebral. De esta forma, compañías como Neuralink buscan expandir su mercado y apelar al público general. Las reacciones del público son variadas pero muchas veces hay interé
s en utilizar estas tecnologías y a la misma vez preocupación por la idea de que el aparato sería implantado en el cerebro, la seguridad del aparato en términos de salud, cómo la estimulación cerebral pudiera modificar de alguna manera a la persona y cómo se man
ejaría la privacidad de la información que estos aparatos puedan obtener. Todos estos son asunt
os que atiende la neuroética y en la medida en que más neurotecnologías pasen a ser parte de nuestras vidas, más aumenta la relevancia de este campo.
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